martes, 7 de octubre de 2014

Ébola y bioética, variables a tener en cuenta.




La decisión de utilizar un fármaco experimental para el tratamiento de dos estadounidenses infectados con el virus de Ébola, mientras que casi un millar de africanos ya han muerto a causa de la epidemia, ha provocado un animado e intenso debate en la opinión pública, sin embargo, los expertos estadounidenses consideran la medida éticamente justificada.

El suero experimental ZMAPP es un medicamento, un suero inmunológico experimental que contiene 3 anticuerpos monoclonales para la protección inmunológica contra el virus Ébola, con el objetivo de detener la fiebre hemorrágica. El fármaco se encuentra aún en una fase muy temprana de desarrollo, habiendo sido probado solamente en monos. Nunca ha sido producido a gran escala. Por ahora, no existe ningún tratamiento confirmado para las personas infectadas.

Y esto puede acarrear un serio problema ético, pensando si es moralmente plausible inyectar un fármaco (en el que no se ha comprobado científicamente su eficacia) a un ser humano para intentar salvar su vida. Si utilizamos la empatía y nos trasladáramos a la piel de los pacientes infectados, ¿seriamos proclives a que nos inocularan este medicamento? Estará nuestra vida más allá del hecho ético-moral.

En España, el medicamento se importó desde Ginebra, después de que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, autorizara su importación excepcional al amparo de la legislación mencionada. El sacerdote español que falleció fue tratado con ZMapp (llamado “suero milagroso”).

El tema es de tal envergadura que la OMS ha pedido a un grupo de expertos que deliberen sobre los aspectos éticos de la aplicación de este fármaco. La doctora Marie-Paule Kieny, ayudante de la directora general de la Organización Mundial de la Salud, reflexiona y dice que "Necesitamos preguntar a los expertos en bioética para que nos guíen en cómo hacer las cosas de una manera responsable". La conclusión del grupo es que dada la tremenda emergencia es un imperativo ético usarlos y asumir los riesgos, pero usarlos de una manera en que el uso experimental no reemplace y se haga junto a mejorar el apoyo básico del cuidado del enfermo, porque sin eso cualquier antiviral útil no va a servir de mucho.

Serán necesarios unas determinadas exigencias, requerimientos o  imposiciones éticas a tener en cuenta. Podemos resumir algunas en:
-  Actuar con plena transparencia frente a la ciudadanía. Que es lo que pretende el Gobierno español sin mucha eficacia. Falta una inmediatez ante el problema causado, sin visos de agilidad en la información.
- A cada sujeto que reciba un fármaco debe entregársele información veraz y comprensible para él. A la auxiliar de enfermería se le debe de informar de forma adecuada al respecto. ¿Estar infectada de Ébola no implica consentimiento total en la aplicación del tratamiento, o sí?
-  Debe ser prioritario el respeto a cada una de las personas. Contar con la posición humana en cada caso. Enfocar el problema, no solo desde la sanidad pública, sino a través de un enfoque de dignidad personal.
- Se precisa una solidaridad globalizada: la solidaridad entre países para mejorar la salud de los infectados y apoyo a la investigación de medicamentos que palien esta enfermedad.

En fin, queda mucha tinta por escribir. Esperemos que todo acabe bien. Estaremos expectantes y atentos a las noticias que aún quedan por surgir. 

ESPEREMOS QUE ESTO NO SEA SOLO UN CHISTE

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