La conciencia moral y ética en política ficción

Se define la conciencia como el acto psíquico mediante el cual una persona, un ser humano, se percibe a sí misma en el mundo. La conciencia es una propiedad del espíritu humano que permite reconocerse en los atributos esenciales. La filosofía considera que la conciencia es la facultad humana para decidir acciones y hacerse responsable de las consecuencias de acuerdo a la concepción del bien y del mal. De esta manera, la conciencia sería un concepto moral que pertenece al ámbito de la ética. La conciencia es sensibilidad para uno con relación a los otros, juicio eficaz para saber lo que es bueno o no, deliberación ante los problemas y tendencia a la acción que no las indica la propia conciencia.

Ya existen diferencias entre los términos de ética y moral. Imaginen cuando añadimos la palabra conciencia, ética o moral. La conciencia suele ser un concepto psicológico. En el siguiente vídeo nos lo aclara el filósofo Gustavo Bueno.

El concepto de conciencia puede ser abordado desde distintos enfoques. La ética se apoya en lo que hemos visto de las normas morales de comportamiento, y cree que el ser humano se siente obligado a actuar bajo esos principios derivados de su conciencia. En caso de no hacerlo, probablemente tenga lo que se llama cargo de conciencia, o remordimiento. En lenguaje coloquial, al momento en el que una persona se da cuenta de que ha actuado en contra de lo que le marca su conciencia se lo conoce como un mensaje de la ‘voz de la conciencia’, personificando al término.

¿Y cual es la razón por la que menciono estos conceptos? 

Basta ver los últimos acontecimientos que suceden, en el día a día, para poder comprobar que la falta de conciencia en nuestro mundo es arrolladora. Para mayor escarnio, avanzamos ante una elecciones políticas donde todos los partidos políticos hablan de ética y moral. Una pena, cuando la falta de ambos términos ha sido norma común en su mayoría. una desgracia que aún creamos en esos que apuntan a la ética y la moral como dueños y señores de lo verdadero. Yo diría que la falta de sensatez, o de conciencia, invade a políticos. Para cuando se realizará un cambio real y verdadero. Ni esta ni se le espera.

Bueno, ante el futuro tomen conciencia y hagan su vida más ética.

Saludos bioéticos.